Dicen los expertos que el queso relleno es el platillo más representativo en términos de fusión y sincretismo de la comida Yucateca. Incluso, más aún que la cochinita pibil. Lo peculiar de este delicioso platillo, es que se hace con queso holandés (Edam). Existen diferentes historias que narran el origen de este platillo. Continua leyendo, porque en esta entrada te las contaremos.
El origen del queso relleno
Aunque es un platillo Yucateco, también se prepara y se come en Quintana Roo y hasta en Belice. Este manjar data del siglo XVII y hay varias historias sobre cómo se empezó a preparar en la península.
Probablemente te estés preguntando ¿Cómo es que el queso Edam originario de Holanda, llegó aquí? Una versión cuenta que en las rutas marítimas pasaban barcos provenientes de Holanda. Al parecer, alguno de estos encalló con un cargamento de quesos. Al inicio comenzaron a rasparlo y rellenarlo de camarones. Además solían hornearlo o cocerlo a baño maría. Por cierto, en Yucatán este queso holandés es mejor conocido como el queso de bola.
El estilo Yucateco
Con el tiempo este platillo evolucionó y la receta se perfeccionó al estilo Yucateco. En la cual se rellena con picadillo de cerdo. Estos son los ingredientes:
- Queso de bola
- Carne molida de cerdo
- Tomate frito
- Aceitunas
- Pasas
- Cebolla
- Ajo
- Alcaparras
- Manteca
- Nuez moscada
- Almendras
Para la preparación, una vez que se raspa el queso, se rellena con la carne molida. Luego se termina de cocer en una salsa de harina y maíz llamado “k´ool” (palabra de origen maya). Por último, se le agrega salsa de jitomate.
El queso relleno, de la cocina a la mesa
Originalmente se servía entero. En la actualidad se suele servir el caldillo con el relleno y una generosa porción del famoso queso de bola. De cualquier forma, es delicioso y realmente te podemos decir que es un platillo regional, que no te debes perder.
Este platillo es un poco más caro que los otros platillos yucatecos. Esto se debe, a que su preparación es laboriosa y varios de sus ingredientes son costosos. Sin embargo, te podemos decir que no tiene desperdicio. Sin duda, vale lo que cuesta.
En Yucatán en general, así como en Valladolid, lo puedes encontrar en casi todos los restaurantes de comida regional.